viernes, 26 de diciembre de 2008

Respirando el Momento

Tranquilamente abrió los ojos, miró el rostro que respiraba frente al de ella. Había estado soñando con conejos que se comían todas las fresas de un campo surreal.
Podría haberse callado y haber esperado a recuperar el sueño pero decidió prender un cigarro. Esa era la primera noche que pasaba junto a él y fue agradable mirar, con la poca luz que entraba por la ventana, su rostro tranquilo y hermoso soñando probablemente con las tierras sureñas de su infancia.
Se puso a analizarle el rostro con más calma, ahora el cuarto olía a tabaco con mentol, vio la piel blanca, los labios rosas, el inferior más carnoso que el superior, las cejas pobladas, la nariz aguileña y las gruesas y largas pestañas negras que hacían juego con todos los cabellos y pelos de su delgado cuerpo.
Tal vez en su familia hubiera algún tío turco, o árabe, porque con esa luz y a esas horas Domingo parecía del medio oriente.
No entendía bien qué hacía con él en ese lugar, jamás podrían ser felices y eso lo sabían desde el principio, pero no tenían nada mejor que hacer, no tenían a alguien mejor con quien relacionarse y hoy compartían el mismo lecho para dormir y hacer el amor.
De pronto, en medio del silencio de la noche, escuchó una música que provenía de la calle, se colaba por la ventana abierta, traída por el aire caliente del verano.
Era bossa nova y eso le alegraba el oído, la trillada pero siempre bella chica de Ipanema se goteaba acústicamente por la ventana, debía provenir del apartamento del edificio de enfrente que rentaba la pareja de brasileños morenos, le gustaba pensar que así como ellos lucían Adán y Eva, fuertes, macizos, hermosos.
Se quedó respirando el momento hasta que el cigarro se acabó de consumir. Un cambio en la respiración de Domingo le hizo comprender que había despertado, se acomodaron en un abrazo tierno y mientras las canciones de Antonio Jobim inundaban de armonía la habitación, se miraron a los ojos dándose a entender que aunque en unas horas, mañana o en semanas todo eso se fuera a la mierda, aquel momento de noche, cariño y bossa nova, se habían sentido felices con la desnuda presencia del otro.

1 comentario:

Glitterbird dijo...

Amiga he descubierto tus delirios: los hombres de medio oriente, los razgos fuertes, miradas profundas, la buena musica, el cigarro y el amor.

tkm amiga!!!!