La música me transporta, despierta emociones en mi que pensaba ya muertas, revive aromas, colores y lugares que hace tiempo viví.
Mencionaré dos ejemplos:
Bar Infierno de Nortec Collective Sound me recuerda el Festival Internacional Cervantino del 2009, un año después de haber conocido a Daniel, regresar a esa ciudad con tantas expectativas, los callejones coloreados, el exceso de alcohol y marihuana, la gente por todos lados, tal vez iba con la esperanza de encontrarlo, recuerdo el vacío en el estómago, la cruda del día siguiente, las lágrimas de la noche anterior, recuerdo buscarlo desesperadamente y recibir un mensaje suyo diciendo que me la pasara bien. Ese año el encargado de cerrar el Festival era Nortec, y está canción con su beat melancólico me transporta a ese particular momento, no puedo dejar de pensar en esto cuando la escucho.
Five Days de Tricky me recuerda el tiempo que estuve en Montreal, enero del 2008, mi primo escuchaba mucho este disco que se convirtió en uno de mis favoritos, recuerdo la nieve en la ventana, el metro, el cuerpo cansado por las pesadas chamarras de nieve, los museos, la soledad que se sentía en aquella preciosa ciudad, la libertad de caminar, los cielos negros, jamás con sol, recuerdo el vodka. Me recuerdo viendo por la ventana de aquel departamento de la calle Joliette, la cantidad de nieve en el patio trasero, extrañaba a mi gente y mi tierra, pero era un lugar maravilloso para vivir, la soledad no ahogaba, se sentía como una triste paz, justo lo que mi corazón lastimado necesitaba. Al escucharla puedo sentir el frío en mi nariz y en mis dedos.
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