martes, 16 de febrero de 2010

La Despedida

No hubo despedida, prefiere recordarme como la primera y la última vez que me vio: feliz.

La primera vez que me vio fue en una fiesta, yo recibía invitados desifrazada de Lady Gaga, corset, mayones, tacones y un rayo negro pintado en la cara, bailaba con mi cerveza en la mano mientras cobraba las entradas a la convivencia, él estaba ahí, en la banqueta, terminando su cerveza para ingresar, no me dejaba de ver, ese día nos conocimos, yo ya no creía en el amor, pero él lo intentó.

La última vez que nos vimos festejamos el San Valentin como las parejas lo hacen, bueno, nos faltó hacer el amor, sólo fuimos a bailar, quería bailar grupero y entre pasito duranguense y cumbia texana no parábamos de besarnos.

Hoy no me maquillé, no tiene sentido, no me queda muy claro qué somos, porque me dijo que me ama, y yo lo amo, pero creo que ya no tenemos una relación.

No quiere tener una despedida formal, por teléfono dijo que así sería mejor, yo sí me quiero despedir, darle los últimos besos que le tengo guardados y llorar en sus brazos. Tal vez él tiene razón.

Me quedan dos pulseras que me dio, las estrellas que me bajó y unos meses de alegrías y mucho amor.

Si nuestra despedida es hoy, no me queda más que decirle: gracias por todo, gracias por ser el mejor, gracias por el amor y por la pasión que nos tuvimos, gracias por no fallarme, gracias y adiós, mi amor.

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